Juana I de Castilla, conocida como "Juana la Loca", fue la hija de los Reyes Católicos (Isabel de Castilla y Fernando de Aragón) y reina de Castilla desde 1504. Su apodo refleja una interpretación histórica y política de su vida, que ha sido objeto de controversia y revisión a lo largo de los años.
Juana estuvo profundamente enamorada de su esposo, Felipe el Hermoso, archiduque de Austria. Se dice que mostró comportamientos celosos y apasionados hacia él. Tras la muerte de Felipe en 1506, Juana entró en un estado de duelo extremo, que incluyó episodios de comportamiento inusual, como negarse a enterrar el cadáver de su esposo durante meses, lo que alimentó las acusaciones de locura.
Su presunta "locura" fue utilizada como argumento por su padre (Fernando el Católico) y luego por su hijo, Carlos I de España, para apartarla del poder y gobernar en su lugar. En un contexto de luchas de poder, este relato fue útil para justificar su reclusión.
Su confinamiento permitió que su padre y más tarde su hijo, Carlos I, controlaran el poder en Castilla y en todo el imperio español. Los historiadores modernos tienden a ver a Juana como una víctima de las intrigas políticas de su tiempo.
Si queréis conocer más sobre esta historia os recomiendo mucho la película "Juana la loca", que podéis ver en Prime Video o en la página oficial de RTVE
Por si os interesa os dejo el tráiler de la película.
Lucía Quero.
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